Voluntad popular y democracia: la avanzada del partido judicial
jmciucci
05 de Abr de 2023
En el marco del III Foro Mundial de Derechos Humanos realizado en la Argentina, el Grupo de Puebla organizó un encuentro internacional de respaldo a la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Diversas personalidades se manifestaron frente a la persecución político-judicial de la que ha sido víctima desde 2015, y que quedó de manifiesto con la reciente condena judicial en su contra.
Por Juan Manuel Ciucci
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En la sala Ballena Azul del CCK, estuvieron presentes los ex presidentes Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), José Luis Rodríguez Zapatero (España), Ernesto Samper (Colombia); el reconocido jurista español Baltasar Garzón; el Diputado español por Madrid Enrique Santiago; el Diputado hispanoargentino por Barcelona Gerardo Pisarello; la jurista hispanoecuatoriana Adoración Guamán; la historiadora y comunicadora social argentina Silvina Romano; la abogada brasileña del Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD), Gisele Ribocom; el Senador Nacional de Argentina Oscar Parrilli; el presidente de la comisión de RREE de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina Eduardo Valdés; y el coordinador del Grupo de Puebla Marco Enríquez-Ominami.
El tono general del acto versó sobre los límites que le imprime a la democracia el avance de un partido judicial que busca perseguir a las/os dirigentes políticos y sociales de nuestro continente. Fue un repaso de las distintas versiones que tuvo el lawfare en la región, centrando la atención y la denuncia en la persecución y la violencia que sufrió Cristina Fernández de Kirchner.
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Evo Morales puntualizó que, desde la óptica del partido judicial, “es delito defender a la gente humilde y por eso se dio la persecución jurídica”, aunque advirtió que aunque sigamos “en la mira del Imperio, ahora por el litio, nunca nos hemos rendido ni nos vamos a rendir”. Por su parte Rafael Correa recordó cómo “Moro le robó la libertad a Lula”, y haciendo esto “le robó la democracia al Brasil”. Esta amenaza que supone el accionar del partido judicial “se resuelve no perdiendo elecciones” indicó, ya que “todo esto es política”.
Baltasar Garzón se refirió puntualmente a la llamada Causa Vialidad, por la cual fue sentenciada Cristina y que busca imponer su proscripción. “Es una aberración jurídica esa sentencia, no hay ni una sola prueba directa”, indicó Garzón, al tiempo que aseguró que “no nos callaremos ante este atropello judicial”. Y aseguró que este tipo de acciones del partido judicial “generó una desconfianza por la cual pasaran muchos años para que la gente de este país crea en la justicia”.
Adoración Guamán indicó que el caso de Cristina es “un caso emblemático de violencia machista”, parte de una “política misógina” que busca “eliminar la participación de las mujeres, expulsarlas al ámbito privado”. Además, destacó que “el Poder Judicial es la máscara democrática de la oligarquía”, ante el cual hay que organizar “un derecho contrahegemónico que venga desde abajo”, democratizarlo para que “nunca más haya una justicia que legitime la violencia machista”. En tanto que para Gerardo Pisarello esta es “una lucha global” y “la forma de desarmarlo es con solidaridad internacional, para enfrentar al Lawfare en todo el continente”.
La abogada brasileña Gisele Ribocom enfatizó que esta es una “persecución a la política que hace justicia social”, que en el caso de Cristina busca “un magnicidio civil” con la sentencia de proscripción perpetua. Al presentar el libro “Objetivo: Cristina. El lawfare contra la democracia en Argentina”, del que fue compiladora, explicó que se trata de “un registro para que nunca más vuelva a pasarle esto a otra mujer en América Latina”.
Al cierre de la actividad llegó el turno de Cristina, quien recordó que “el lawfare no se explica sin los medios de comunicación” ya que “las sentencias se escriben en los medios y después un juez o un fiscal suscriben la acusación o la sentencia”. Y destacó que “no nos persiguen porque somos populistas, nos persiguen porque igualamos a las sociedades”.
“Lo que el Partido Militar fue a los gobiernos populares del siglo XX en América Latina, el lawfare es a los gobiernos nacionales, populares y democráticos del Siglo XXI. Exactamente lo mismo”, indicó. Al tiempo que señaló que la persecución de la que es objeto es parte de “los riesgos de la política” ya que “cuando uno decide jugar de un lado sabe que no es gratis”. Y agregó: “Si vas con los otros y con los medios, no tenés problemas, te ven rubia, hermosa, alta, de ojos azules, no hay problema. El problema es cuando uno decide jugar del lado de los intereses del pueblo y de las grandes mayorías nacionales”.
Pero además de la denuncia del accionar mafioso del partido judicial, Cristina enfatizó en la necesidad de “recuperar un sistema judicial no solamente por lo que nos pueda pasar a dirigentes políticos comprometidos con los intereses populares, sino, también para enfrentar los dramas de nuestro tiempo que estamos viviendo desde el narcotráfico hasta cuando vengan, también, por los recursos naturales”.
“Lo que me importa fundamentalmente es que volvamos a reconstruir un estado democrático y constitucional en el cual las garantías que establece la Constitución no sean cartón pintado”, señaló. Y como mensaje de acción hacia adelante, indicó que “se trata de volver a construir un país como el que alguna vez tuvimos, porque se puede hacer, porque una vez lo hicimos y porque lo hizo el peronismo en el siglo pasado. Y porque además lo hicieron también con la construcción de la gran patria latinoamericana en el siglo XIX”.
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